nǐ yī gè rén ma?

¿Caja o bolsa?, dice, indefectiblemente, la chica de la caja registradora.
¿Hézi ( caja ) o dai ( bolsa )?
La chica china de la caja registradora tiene una sonrisa hermosa, ella misma es bastante bella y tiene las manos muy finas, manos que restallan sobre los botones alfanuméricos de la caja registradora carromato filibustero de Mad Max.
Sonríe.
Sonríe siempre.
¿Caja o bolsa?
Y sigue sonriendo
hasta que la vida recomienza
con una nueva-misma pregunta que exige siempre
una respuesta
esclarecedora.
Hombre en chino se escribe con una flecha―la flecha que se apoya en el espacio que la transporta

adonde sea que vaya.
Nánrén.
El chino sentado
como un guardián en el pasillo
de las auríferas papas fritas dice:
Rata cebada no te comas mis granos.
Hace años que te soporto
y nunca tuviste lástima de mí.
Así que aquí me tienes ahora,
presto a dejarte para ir a una tierra dichosa,
una tierra ancha donde por fin
podré vivir y ser feliz
y defender lo que me toque.
Voy a dejarte, rata cebada,
por unas campiñas anchurosas
donde ya no podré quejarme
de nada.
Tiene que significar algo
eso,
dice después de un rato,
revolviendo el interior de un cacharro de lata
que tiene algo que
inexorablemente
se solidifica.
El abuelo dragón ( 个非常好的朋友 )
( un amigo muy agradable )
en la ciudad de sal
le teme al quirófano.
Se nota.
Aún así, él dice:
Wǒ ǒu ěr kàn shū ( 我偶尔看书 )
( Leo un libro a veces ).
El chino sentado
como un guardián en el pasillo
de las auríferas papas fritas dice:
No hay camino de regreso,
uno simplemente se va,
y ya nunca regresa.
Y cuantos más años pasen
más lejos estará el muerto.
Cada vez más lejos,
y más y más y más.
Tiene que significar algo
eso,
dice después de un rato,
y mira fijo
lo que a mí se me escapa.
Me dicen que el abuelo dragón
espera en el quirófano.
Larga noche tiene no fin, quizás dijo.
Esta mala jaula para pájaro, dijo también.
De seguro sueña con la sed
que tenía cuando era chico,
y con sus padres comunistas muertos,
y con el estruendo de los jinetes
que por las noches asolaban las aldeas,
y con palillos hechos de bambú,
y con astillas de palillos de bambú metidas en los diastemas;
de seguro sueña con su propio abuelo dragón
que antes de morir lo llamó a su lecho
y le dijo Toma, es todo lo que tendrás;
de seguro sueña con el puño lleno de sal de su abuelo dragón
que después se convirtió
en su propio puño lleno de sal.
Tridimensionalidad de la experiencia china inmigratoria: realidad china doméstica secreta, realidad argentina económica e impositiva, realidad híbrida en el supermercado social ( incluida la cortina musical china ), aspectos comunistas del supermercado chino capitalista, arquitectura dorada, magnético rojo felino, arte del bordado y un largo etcétera como góndola de auríferas papas fritas.
El chino joven,
un samurai resfriado,
toma té frío con una aspirina disuelta
en una taza con una ballena.
Se le empañan los gruesos anteojos
y los desempaña desde adentro
con el limpiaparabrisas del dedo gordo.
Pues así estoy yo,
ligado a los amigos insensibles,
y con ellos me doy cita
aquí en la Vía Láctea, dice.
No hay nadie en todo el puto supermercado
que pueda decir
que oyó eso.
La cultura es como una mancha de aceite de motor que no se puede quitar,
pegada al cuerpo transpirado en el hogar y ahora lejos de casa,
transpirado de negociar y pagar y negociar y pagar y así,
y así y así y así… para limpiar la mancha
o para iniciar una mancha nueva.
Man-cha.
La cultura grita y brilla y saluda basculante
con la mano dorada en alto
cuando le cuesta hablar―
El chino sentado
como un guardián en el pasillo
de las auríferas papas fritas dice:
Ellos que sacan cuentas
todo el santo día
sin saber que el cielo sobre los cerezos
aún es azul.
Tiene que significar algo
eso,
dice después de un rato,
atravesando el cielorraso
con rayos-x.
nǐ yī gè rén ma?
你一个人吗?
((( ¿Estás solo? )))

A la memoria de
Mirta Rosenberg
亲爱的老师