Entrevista a Julio Cesar Urien

Los extractos que presentamos a continuación son el resumen de una larga conversación que sostuvimos con Julio Cesar Urien en su casa en Pacheco, hogar tranquilo y familiar, en el que sentados a la sombra de un gran árbol, Julio Cesar nos dejó habitar por unas horas junto a sus recuerdos y a sus proyectos actuales.

Con la seguridad que impone la convicción, con un habla firme pero afectuosa, entre la memoria de sus padres y el anecdotario de sus hijos “el marino del pueblo”, no esquivó tema alguno. En esta entrevista para Revista Carapachay recorre su formación, su paso por la escuela naval – siendo parte de esa generación que se enfrentará en dos bandos en los años setenta –; el lugar, trascendente, de su padre; el kirchnerismo y el nuevo proyecto de la Fundación Agua: ocupar los mares y la hidrovía con la militancia y los sectores populares.

Formación y militancia.

Yo, primero, soy de la marina. Me recibí de oficial. Mi acercamiento al mar, al río, un poco es por vocación. Y después soy de la generación del setenta. Mi padre, por ejemplo, era juez, camarista, fue historiador y escritor, y tenía una concepción nacionalista. A partir de ahí, yo también tuve una idea de nación. Del lado de mi madre, tuve una formación más alemana, militar. Mi abuelo había sido general del ejército, todo de la parte de caballería. Así que ese sector de la familia era más antiperonista. Yo entré a la escuela naval en una época bastante convulsionada. Donde las fuerzas armadas estaban muy enfrentadas al proceso popular. Pero yo como militar me incorporé a las luchas populares. Y ya en 1972, cuando nos obligaban a actuar como grupos de tareas – una metodología que después se va a aplicar en 1976 – nosotros como jóvenes oficiales dijimos que ése no era el rol de las fuerzas armadas. Y nos sumamos a dar la lucha dentro de las fuerzas, como militantes. Nosotros nos creíamos los verdaderos militares y queríamos transformar las fuerzas armadas, reivindicando los valores de San Martín, por ejemplo. Eso terminó en una sublevación, en 1972, para demostrar que había otro tipo de militares y que estaban cerca de las causas populares.

Nosotros reivindicábamos el ejército sanmartiniano, el ejército de la confederación, hay un movimiento con los radicales, Perón, Valle. Esa era la línea. Por supuesto que nos metieron en cana a todos. Después cuando viene el General recuperamos la libertad y nos incorporamos a Montoneros. Tenemos varios compañeros desaparecidos. Yo, la verdad, quedé vivo por relaciones familiares. Yo cuando caí preso, en la dictadura, era un preso blanqueado porque era parte de la institución. Pero, de todos modos, cuando forman en enero del 77 los pabellones de la muerte en La Plata, yo soy uno de los candidatos. Empiezan a implementar en La Plata los pabellones de la muerte y lo sacan a Dardo Cabo y a Pirles, un jefe Montonero, y en el traslado los fusilan. A la semana, me sacan a mí. Me amenazan. A mí y a otro. Bueno, ustedes son los próximos, nos dicen. En esos quince días se mueve mi madre – como te dije, mi madre pertenecía a familia de caballería, antiperonista –, lo conocía a Arguindeguy, por mi abuelo, qué se yo, entonces lo va a ver a Arguindeguy y le dice: “Salvá la vida de mi hijo, que lo van a matar”. Mi tío, Trots, que era coronel, era el sub Jefe de Camps. O sea, yo Montonero y mi tío represor. Mi tío había quedado moribundo después de un atentado de Montoneros contra Camps. Te das cuenta: mi madre iba un día al hospital a ver a mi tío y otro día iba a la cárcel a verme a mí. Es decir, una familia totalmente partida en dos. Y Arguindeguy, entonces, es el que impide que me fusilen. Porque a mí me sacan. Y en mi lugar llevan a otros compañeros y los matan a los dos. Yo aparezco después en Sierra Chica. Lo que quiero decir es que vivo de casualidad.

Nosotros como Montoneros teníamos un proyecto de país. El gran desencuentro histórico se da en Ezeiza, ahí se presentó esa contradicción. Y Perón después nos enfrentó. Y Perón después no nos dejó el poder a nosotros. Desde mi punto de vista, dejó lo peor del peronismo. Quedamos, entonces, aislados a nivel de la región, después del Golpe en Chile, en Uruguay. Y sin una gran retaguardia. Quedamos aislados. Y después que nunca imaginamos ese nivel de represión, más de trescientos campos de concentración. Fijate, yo soy de la promoción 100 de la escuela naval. En esa promoción yo fui compañero de Astiz, de Cavallo. La promoción que se partió en dos. Cuando yo me recibo en la escuela naval, hay dos polos: yo y Astiz. En la escuela, yo lideraba a la mayoría. Astiz, en cambio, se iba quedando más aislado. Ahora yo nunca hubiera pensado que iban a llegar a tanto. Desde el punto de vista de condición humana, viste. Robar los hijos, las barbaridades que hicieron. Bueno, evidentemente, era un problema de clase.

Urien padre y la logia ANAEL.

La marina sabía la incidencia que tenía mi viejo en mi formación. Mi viejo tenía una organización clandestina. Pero la marina pensaba que iba a ser más fuerte que mi viejo. Porque la marina hablaba del espíritu de cuerpo, ¿no? Pero, históricamente, todo está muy ligado. Porque mi viejo creó con otros lo que es la logia ANAEL (Después se les metió López Rega.) ANAEL significa asociaciones nacionales en liberación. Mi viejo está ligado con los militares de Valle. Mi viejo escribió un libro, El camino del hombre, que era la filosofía del peronismo, ¿no? Hay una doctrina pero quería darle un contenido filosófico. Entonces él trabajaba en eso, porque era un intelectual. En el setenta se decide enviar a mi viejo a entrevistarse con Perón en Madrid, pero como mi viejo era juez no se puedo. Lo mandan a López Rega. Y cuando llega, traiciona todo, y a partir de ahí mi viejo pasa a ser el enemigo. Y López Rega transforma la ANAEL en la AAA. A partir de ahí, de esa traición, mi viejo ya no puede tener más relación con Perón.

Mi viejo daba muchas conferencias: sobre el tercer mundo, si fuéramos gobierno. Dentro del peronismo, circulaba. Y después, él estaba vinculado con la izquierda del peronismo. Para, más tarde, relacionarse con Montoneros.

Kirchnerismo y Astillero Río Santiago.

Yo de todo esto saqué una concepción de nación. Yo reivindico en ese contexto el proyecto de Montoneros. Lo que pasa es que fue aniquilado a sangre y fuego. Y después, cuando yo salí de la cárcel en el 83 lo que vi fue el miedo, el terror. Y la destrucción de los sectores populares. Y ahí empezamos con otra historia. Recién con la llegada de Néstor Kirchner veo una continuidad con nuestro proyecto. En otro contexto, claro. Al principio, en el caso mío, me costó.

Todo esto se da en un proceso regional y democrático. A mí me costó adaptarme a esta nueva estructura. Nosotros pensábamos que había que ir más rápido. Nosotros sabemos cuál es el enemigo. Yo lo que reconozco del kirchnerismo es que ellos llegaron. Por eso los tiempos políticos los manejan ellos. Con mi experiencia en el astillero Río Santiago yo quise avanzar más rápido con cambios pero no pude porque no me daba la relación de fuerza. Entonces los tiempos vos lo vas manejando en la medida que vas acumulando fuerzas. Yo le reconozco al kirchnerismo que los tiempos los manejan ellos. Yo creo que en estos doce años se avanzó mucho pero hay cosas que faltan. Por ejemplo, los trenes. Para mí tendría que haberse hecho antes. Pero se hizo. Igual que la reestructura de los servicios de inteligencia. Ahora se hizo y se pagó un costo caro. Por lo de Nisman. Si vos me decís: los astilleros todavía falta eso, todavía no se ha recuperado después del desastre que deja Menem. Marina mercante no tenemos. Ahora vengo de hacer un viaje en la Sanmartiniana hasta Usuhaia, y no hay nada. Creo que va a venir una recuperación. Pero los tiempos los maneja el gobierno. El problema es que hay que darle continuidad. Yo creo que en el 2015 se juega mucho con las elecciones. Entonces, yo primero, cuando asume Néstor, asumo en el PAMI. Después, en 2005, Néstor me da el cargo en el salón Blanco, en la casa de Gobierno. Y ahí Felipe Solá me llama para dirigir el Astillero que era una ruina. Entonces, yo llego en un momento en el que la industria naval no funciona. Es necesario reflotar algunas leyes para poder reactivar la industria naval. Por ejemplo, si hoy agarrás la hidrovía, que es la médula económica de la región de Brasil y Argentina, te vas a encontrar con que Brasil tiene muchas hidrovías pero también tiene muchas esclusas. El menemismo destruyó la trama ferroviaria y la trama de las hidrovías.

Cuando yo llego al Astillero lo maneja una mafia. El Astillero tenía muchos desaparecidos. Nunca se había reivindicado a nadie y estaba, en ese momento, vinculado a Duhalde. Y que encima estaban en contra de la fabricación de los barcos para Chávez. Néstor encarga la construcción de cuatro súper grandes petroleros para Chávez. Y eso iba a reactivar, mientras tanto, al Astillero. Ahora cuando yo llego estaba todo paralizado, estaba la fragata Libertad en reparación y los contratos firmados para hacer los buques de Chávez. Yo hasta ese momento era la mosca blanca. Néstor me devuelve el cargo, me hace hablar en el Salón Blanco y después voy al Astillero y tengo que hacer la nave insignia que la tenían parada ahí. Iba a ser museo o la hacíamos nueva. Entonces hablo con Néstor y dice: No, vamos a repararla. A la semana de asumir en el Astillero me reúno con un grupo de militares – algunos eran de mi promoción, eran almirantes –, era la primera vez que hablaba con los Almirantes. Entonces, me acuerdo que me reía para adentro y les digo: Esta es la Argentina, yo a ustedes les tengo que hacer la fragata. Bueno, acá estamos en una nueva realidad y hay algo que no se negocia: Memoria, Verdad y Justicia. Y, en el marco de la Constitución, avancemos para delante. En un año les hice la fragata y no saben cómo me cuida la marina ahora. Antes me perseguían para matarme. Y ahora dicen: Tenemos a Urien. No todos eran tan malos. Las vueltas de la vida.

La Sanmartiniana y la militancia actual

Cuando yo me fui del Astillero, y frente a la falencia que hay en el ámbito de los puertos y las hidrovías, hago una fundación para tener presencia geopolítica. Como fundación del Agua – el agua es estratégica – creemos que es fundamental que ocupen el agua la militancia y los sectores populares. En ese momento, Nilda Garre era la ministra de Defensa y le presento el proyecto. Y hacemos un convenio con el ministerio que nos une a nosotros, fundación del Agua, para, además, defender los recursos naturales. La primera disposición de la fundación es estar en el agua. Yo quiero estar en el agua. Con esfuerzo, empezamos a armar una escuela náutica para formar a los militantes. Teníamos que conseguir un barco. Recién con Agustín Rossi pudimos implementar este proyecto. Conseguí el barco, La Sanmartiniana, y pusimos en práctica el proyecto. En ese marco, este año, el gobierno larga el programa Pampa Azul.¿Qué significa Pampa Azul? Reconoce que hay que ocupar ese espacio marítimo, ese otro país que está en el agua, con presencia de científicos, de jóvenes, porque la pelea es por la soberanía. La pelea no la das en términos militares, la das en términos diplomáticos y con presencia de científicos y de militantes en los mares. Si ese espacio no es ocupado por el pueblo argentino no lo va a defender nadie. Por eso es importante, frente a la presencia Británica en Malvinas, la presencia de militantes y de sectores populares en los mares. Despertar la conciencia marítima, que el pueblo lo asuma como propio.

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